El estado que conocemos actualmente como España, no existe desde el principio de los tiempos ni existirá hasta su fin. En este pequeño texto haremos un repaso a la formación de su identidad política.
-Reinos peninsulares;
Según se desarrolla la conquista de la península musulmana, aparecen una serie de reinos cristianos en el norte de la actual España. Se agrupan en dos grandes grupos, en el este, los reinos pirenaicos de Navarra, Aragón y el condado de Barcelona, muy influenciados por la monarquía francesa, y en oeste los reinos de Asturias y el de León.
Éste último reino fue el que finalmente desarrolló una mayor actividad militar y del que nacerían posteriormente dos grandes reinos peninsulares; Portugal y Castilla, que a su vez terminará por incorporar a sus predecesores (excepto Portugal) y ser el mayor reino en extensión de la península.
-Unificación dinástica;
Con el tiempo, el reino de Castilla se extiende hacia el sur en detrimento de los reinos musulmanes mientras que mediante acciones militares y uniones matrimoniales, los reinos cristianos se unen y se separan entre sí repetidas veces.
Finalmente, y estando Castilla y Navarra unidas por un lado, y Aragón extendido hasta el mediterráneo por el otro, los reyes de ambos territorios acuerdan unirse en matrimonio para crear un heredero común para todos los reinos cristianos de España (incluyendo la pretensión de absorber Portugal posteriormente) Así, con el nacimiento de Juana I y de ésta Carlos I, se considera unificada la dinastía reinante en la actual España, con el nombre de dinastía Hispánica de Absburgo.
Sin embargo, las administraciones públicas, las leyes y la defensa se mantienen separadas según los antiguos reinos.
-Unificación Administrativa;
Los reyes unificados de lo que será España, de la dinastía Absburgo, mantienen la autonomía de los viejos reinos durante su mandato, pero con la extinción de ésta rama y la llegada de los Borbones franceses se implanta el modelo unitario galo, aprovechando además para vengarse de las regiones más reticentes a su victoria, con la eliminación de los fueros, privilegios y legislación de estos reinos, y sustituyéndolos por las instituciones castellanas así como la lengua y la autoridad del reino castellano.
Así, con sendos instrumentos controlados, la monarquía y la administración se produce la unificación forzosa del reino de España (oficialmente bautizado ya con este nombre) bajo el formato del reino de Castilla y que se mantendrá vigente hasta la instauración de la Primera República y su valiente intento de instaurar el estado federal con el reconocimiento de las identidades y particularidades de las distintas zonas de España.
-Estado y autonomías;
Tras el interludio que implica la restauración militar borbónica, se alcanza un segundo periodo republicano en España, donde se crean los Estatutos de Autonomía como forma incipiente de federalización de los territorios históricos que no pudo culminarse debido al fallido golpe de estado de 1936, la sangrienta guerra civil y la sórdida dictadura franquista.
Cuando en 1978 se proclama una nueva monarquía constitucional en España, se recupera la fórmula de los estatutos como solución política eficiente y, sin embargo, cuando éstos pretenden hacerse completamente efectivos, la maquinaria estatal creada en la dictadura y afinada en la transición, se revela ante estas aspiraciones, y se producen graves contradicciones internas en el sistema que habrán de solucionarse en los primeros años del S. XXI.
Próximamente, Historia Social de España.
jueves, 20 de noviembre de 2008
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