lunes, 26 de enero de 2009

II) FEDERALISMO

El nacionalismo ha sido históricamente la causa de las mayores tragedias de la historia en general y de España en particular. Tanto el nacionalismo centralista, como el nacionalismo secesionista cargan a sus espaldas una cifra negra de víctimas.
Las reivindicaciones nacionalistas-secesionistas no pueden ser obviadas y silenciadas en tanto en cuanto, forman parte de las reivindicaciones sociales de una parte de los ciudadanos del estado y demuestran un conflicto interno por resolver. Al mismo tiempo, toda una historia de solidaridad, convivencia y trabajo común abogan por una solución satisfactoria para ambos postulados.
Esta solución pasa idefectiblemente por el reconocimiento por parte del estado de cada una de las identidades políticas que lo conforman, dandole voz y voto a cada uno de sus ciudadanos para expresar su voluntad, sin imponer ninguna.
Es importante aclarar que la voz ha de darse a los ciudadanos de cada entidad política, no a las instituciones políticas ya ancladas en el poder e invariablemente dominadas por intereses partidistas.

Para lograr esta democracia popular, la importancia de las Asambleas Populares, de la democracia participativa y de la acción ciudadana es fundamental, ya que estos órganos de expresión libre han de ser los altavoces del pueblo, sin intermediarios de por medio, la voz más directa de los ciudadnos.
En esta misma línea, las instituciones políticas que así lo reclamen podrán erigirse en Estados Federados, que tras el refrendo de la constitución federal común para todos, estarán en plenas condiciones para dotarse de los órganos propios para la gestión de sus competencias delegadas, en un marco de derecho de autodeterminación como ejercicio de libertad plena, aunque manteniendo la federación el poder decisivo último, como medida de control y freno a los ímpetus secesionistas que pudieran desembocar en conflictos de importancia.

De esta manera, quedan sometidas las dos pulsiones internas del estado, la unidad política y la autogestión regional, a la voluntad popular de los ciudadanos directamente afectados, pasando éstos de clientes de una democracia incompleta y desigual, a ser dirigentes de una democracia total, ciudadanos plenos y libres de sus propios entornos políticos.
Hay que recordar una vez más, que la condición de estado federado hace referencia a una federación de municipios organizados alrededor de sus órganos de gestión autónoma, las asambleas y no a las instituciones políticas ancladas en el poder sean del signo que sean. La federación sólo se dará entre ciudadanos libres y no entre pueblos sometidos a la voluntad de un partido u otro.

Esta es pues, una salida pactada capaz de otorgar el derecho de autodeterminación (autogobierno) más avanzado de la historia de los pueblos de la península, y a la vez capaz de conjurar el peligro nacionalista reaccionario, sea del signo político que sea. Por ello apoyaremos todas las soluciones e iniciativas de autodeterminación que garanticen el respeto a la libertad de los ciudadanos del territorio, su igualdad ante la ley y su expresa intención de mejora social, incluyendo los que se produzcan fuera de nuestars fronteras.

...Continuará....

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