lunes, 22 de diciembre de 2008

El futuro es nuestro

Acaba este año 2008 y no es una fecha cualquiera.
El siglo XXI comienza derribando las últimas ruinas del siglo pasado. Un siglo en el que el capitalismo alcanzó una hegemonía tan brutal y sanguinaria como se esperaba de él.

Ese siglo comenzó con una brutal guerra (1914) que finiquitó la forma de vida decimonónica. Trajo también una revolución socialista (1917) que ilusionó al nuevo mundo que renacía de sus cenizas. La segunda Gran Guerra acercó como nunca las dos grandes visiones del mundo, alentando la esperanza del definitivo mundo mejor. Sin embargo, estas esperanzas se convirtieron en temores en el oscuro periodo de la llamada Guerra Fría (1945-1991) en la que las reaccionarias fuerzas del capitalismo, y sus manipulables aliados, decidieron destruir toda la civilización socialista.

Sin embargo, una vez alcanzado el poderío global, el imperio capitalista mundial ha tardado menos de dos décadas en venirse abajo, incapaz de sostener su monstruoso tamaño sobre sus débiles cimientos.

El siglo XXI despertó la consciencia del mundo con la desesperación y la ira de los ataques terroristas contra EEUU, (2001) aviso y recordatorio sangriento de la insostenible división del mundo entre opulentos ricos y desnutridos pobres. La respuesta, imperialista, violenta y desproporcionada, del motor del capitalismo fue la destrucción de dos estados, y su sumisión a EEUU. Sin embargo, el tiempo nos muestra cómo la maquinaria del gran imperio se encuentra ya cansada y oxidada, incapaz de mantener sus colonias culturales.
¿Será el fín de la hegemonía militar y cultural yankee?

Sólo 8 años después de este primer gran golpe, y sólo 17 años después de tomar las riendas del planeta, la economía mundial se encuentra en su posición más delicada desde 1929, al borde del colapso.
En esta situación se desvelan las grandes mentiras del sistema actual, y cientos de millones de personas se ven de pronto desposeidas de las promesas de riqueza y bienestar sostenidas en el consumo. Se ha destruido el sueño que nos vendieron de que un proletario puede vivir como un burgués si se hipoteca y trabaja los años suficientes.
¿Será el fin del capitalismo?

Hagan sus apuestas, participen, opinen, y sobre todo, hagan propuestas para el nuevo año.

Emprendamos lo necesario y pronto estaremos haciendo lo posible, hagamos lo posible y nos encontraremos haciendo lo imposible.

sábado, 6 de diciembre de 2008

La Constitución de 1978

La muerte del último dictador de España dejó el estado sumido en la incertidumbre de su incierto futuro. El franquismo se enfrentaba con la posibilidad de comenzar a caminar sin el propio Franco, el problema era hacia donde dirigirse.Respecto a esta cuestión, se abrían dos grandes vías en 1975;Por un lado, una parte de la estructura política franquista abogaba por utilizar y desarrollar los mecanismos de supervivencia que el dictador ya había preparado para su régimen. Básicamente se trataba de continuar el franquismo con el heredero Juan Carlos a la cabeza.Por el otro lado, grandes masas de población civil, así como partes del propio estado optaban por la reforma del estado. A este respecto existían otras dos líneas de pensamiento; los que deseaban crear un estado democrático de corte occidental, con el Reino Unido como referente, y aquellos otros que mantenían viva la esperanza de recuperar la legalidad republicana interrumpida en 1931.

Contexto internacional.
Es imprescindible observar el proceso constitucional dentro de su marco geopolítico para comprender todos los matices del mismo.1975 es una fecha enmarcada dentro del proceso de la llamada Guerra Fría. El orbe occidental se enfrenta al oriental y viceversa con todas las armas a su alcance. En occidente aún se observan con precaución los procesos del Mayo Francés de 1968 y la Revolución de los Claveles de 1974 en Portugal, son episodios del despertar social que la represión y la educación antisocialista hace estallar en el corazón del viejo continente. Su desarrollo y desactivación posterior dejan en evidencia que un proceso revolucionario en España es poco más que un sueño.Sin embargo, la dictadura española era socialmente insostenible por más tiempo tanto por las críticas internacionales cada vez más directas y amplias (especialmente tras los últimos fusilamientos franquistas de 27 de septiembre de 1975) como por la intención del bloque occidental de desmarcarse del bloque autocrático soviético.Cabe destacar que en este año se da por finalizada la sangrienta Guerra de Vietnam con la victoria definitiva de las fuerzas comunistas de Vietnam del Norte y la retirada apresurada de diplomáticos y militares norteamericanos en la que se recordará como su derrota más humillante.Todos estos elementos crean un ambiente político y social en el que el enfrentamiento entre rupturistas e inmovilistas da comienzo al proceso de reestructuración del estado.

Proceso Constitucional.
La maquinaria política del estado franquista se puso tímidamente en marcha para encontrar un lugar en el que España pudiera encajar plenamente. Un primer paso se sustituyeron los cuadros de mando más visibles del viejo régimen para evitar posteriores escollos. El paso más controvertido fue la legalización de partidos políticos, asociaciones y sindicatos que no contaban con el beneplácito de los viejos políticos franquistas y el ejército vencedor de la contienda civil. Éstos recelaban de los partidos políticos en general, pero del Partido Comunista en particular, si bien éste al igual que otros muchos partidos que habían estado presentes en la democracia republicana, habían aceptado hace tiempo una serie de características del nuevo estado (bandera rojigualda, monarquía etc.…) que en buena medida desactivaban (y desactivan) los aspectos más firmemente revolucionarios que daban forma a estos partidos. Aún hoy, estos grupos trabajan para recuperar su prestigio perdido.Una vez legalizados los partidos políticos y dispuestos a reactivar la democracia en España, se producen unas primeras y esperanzadoras elecciones generales en las que el partido surgido de las viejas estructuras franquistas se hace con el poder y pone en marcha el proceso constitucional en el que UCD (formado por políticos franquistas moderados) tiene tres portavoces, AP (franquistas reaccionarios) uno, el nacionalismo catalán uno, el PSOE otro, y el PCE uno más. Del total de siete portavoces, cinco son conservadores y sólo dos se pueden considerar moderadamente progresistas.Esta división ideológica se traduce en un texto constitucional bastante conservador, rígido y extenso.El texto constitucional así creado se presentó a los ciudadanos como un bloque indivisible para su aprobación en referendum, es decir, la opción democrática se presentó unida a la imposición monárquica decretada por el dictador.

Resultado y conclusión.
Así pues, hace tres largas décadas que el pueblo pudo elegir. Entre la dictadura totalitaria o la democracia monárquica y conservadora.Es por ello que ahora, cuando el pueblo observa su sociedad encuentra grandes contradicciones y reclama cambios, porque nuestra ley fundamental en lugar de amparar y proteger a todos los ciudadanos, se ha convertido en un instrumento de dominación de clase, al servicio de una oligarquía capitalista, conservadora, católica y monárquica.Sin embargo, sabemos que no ha de ser necesariamente así.Por eso, abogamos por una sociedad diferente, un mundo diferente, basado en una ley fundamental completamente diferente; socialista, federal, laica, y republicana.Trabajemos unidos en la construcción de ese mundo y de esa sociedad de forma activa y pasiva, ofensiva y defensiva, acción, reacción. Hasta la victoria.

SALUD Y REPÚBLICA.

martes, 25 de noviembre de 2008

NUESTRA ORGANIZACIÓN FRENTE A LOS PARTIDOS MAYORITARIOS ESPAÑOLES

Como organización política, nuestra misión es la de enfrentarnos, sin descanso, y hasta la victoria a aquellas otras formaciones políticas que hoy en día obstaculizan nuestros objetivos, pues nos respalda la confianza de la clase trabajadora, y en ella está también nuestra esperanza.
Por eso, debemos marcar las pautas a seguir respecto a cada una de las formaciones políticas existentes teniendo en cuenta para nuestra relación, sus planteamientos sociales, laborales, ideológicos y de toda índole que expresen públicamente.

PSOE, Partido Socialista Obrero Español:
Ante el denominado Partido “Socialista” por excelencia de nuestro país, debemos mantener una prudente distancia, pues sus aspiraciones poco tienen que ver ya con lo que tal palabra consigna. Tras abandonar el marxismo original que le dio su ser, éste partido socialdemócrata ha pasado a ser una inmensa bolsa de votantes de toda índole, más atraídos generalmente por la venganza frente a la otra fuerza mayoritaria (PP) o bien, por un voto anodino, pasivo, ausente de fuerza ideológica que en nada favorece a la organización.
Nuestro objetivo declarado frente a esta fuerza política, será la de tratar de rescatar de entre sus bases a aquellos que verdaderamente se sientan Socialistas, desencantados por la tibieza de sus líderes y que deseen una verdadera reforma progresista de la sociedad, que sabrán encontrar en nuestras filas el verdadero espíritu socialista que propugno en su momento D. Pablo Iglesias.

PP, Partido Popular:
La organización política heredera de la antigua Alianza Popular, y ésta a su vez, de los cuadros de mando de la pasada dictadura militar, obviamente no contará nunca con nuestra amistad, pues es actualmente el mayor representante político de la opresión ideológica, la precariedad laboral salvaje, el brutal capitalismo, la rancia tradición reaccionaria, y todas y cada una de las ideas antitéticas de las que nuestro partido reclama para sí.
No podemos más que declarar que nuestro objetivo es la derrota continua y completa de esta organización para evitar retrocesos lamentables en la situación política y social del estado.

IU, Izquierda Unida:
Ante la formación más escorada hacia la izquierda, debemos mantener la distancia, pues si bien ha sabido mantener, mal que bien, el nombre de la izquierda en nuestro país durante décadas, otros muchos actos y declaraciones públicas nos llevan a disentir de sus opiniones y desconfiar de la profundidad de su ideología, así pues, nuestro objetivo para con ella será la de colaborar en fines, que no en formas, y demostrar a su militancia en qué formación es más útil su participación.
Lo mismo, con matices, puede aplicarse al PCE, o Partido Comunista de España y otras organizaciones políticas integradas en esta o parecidas plataformas.

Partidos Nacionalistas:
Deseamos reseñar especialmente el caso de los partidos nacionalistas en España, pues independientemente del signo político que anuncien, todos ellos tienen un objetivo completamente contrario al nuestro, tal cual es la división y el enfrentamiento de la clase trabajadora, por cuestiones tan banales como el lugar de nacimiento, la lengua o demás señales diferenciales que proclamen. Nuestra solución política asamblearia y federal dará fin a estas cuestiones, cuando cada trabajador pueda decidir su futuro inmediato sin mayores intervenciones políticas que las mínimas para gestionar él mismo. Cuando cada trabajador sea dueño de su futuro y no tenga que pagar por ello un tributo a un partido político.
Por ello, abogamos por que estas organizaciones descubran el error táctico de su lucha y se unan a la consecución de más altos objetivos. Libertad primero para el pueblo, y después libertad para los pueblos.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Historia Política de España:

El estado que conocemos actualmente como España, no existe desde el principio de los tiempos ni existirá hasta su fin. En este pequeño texto haremos un repaso a la formación de su identidad política.

-Reinos peninsulares;
Según se desarrolla la conquista de la península musulmana, aparecen una serie de reinos cristianos en el norte de la actual España. Se agrupan en dos grandes grupos, en el este, los reinos pirenaicos de Navarra, Aragón y el condado de Barcelona, muy influenciados por la monarquía francesa, y en oeste los reinos de Asturias y el de León.
Éste último reino fue el que finalmente desarrolló una mayor actividad militar y del que nacerían posteriormente dos grandes reinos peninsulares; Portugal y Castilla, que a su vez terminará por incorporar a sus predecesores (excepto Portugal) y ser el mayor reino en extensión de la península.

-Unificación dinástica;
Con el tiempo, el reino de Castilla se extiende hacia el sur en detrimento de los reinos musulmanes mientras que mediante acciones militares y uniones matrimoniales, los reinos cristianos se unen y se separan entre sí repetidas veces.
Finalmente, y estando Castilla y Navarra unidas por un lado, y Aragón extendido hasta el mediterráneo por el otro, los reyes de ambos territorios acuerdan unirse en matrimonio para crear un heredero común para todos los reinos cristianos de España (incluyendo la pretensión de absorber Portugal posteriormente) Así, con el nacimiento de Juana I y de ésta Carlos I, se considera unificada la dinastía reinante en la actual España, con el nombre de dinastía Hispánica de Absburgo.
Sin embargo, las administraciones públicas, las leyes y la defensa se mantienen separadas según los antiguos reinos.

-Unificación Administrativa;
Los reyes unificados de lo que será España, de la dinastía Absburgo, mantienen la autonomía de los viejos reinos durante su mandato, pero con la extinción de ésta rama y la llegada de los Borbones franceses se implanta el modelo unitario galo, aprovechando además para vengarse de las regiones más reticentes a su victoria, con la eliminación de los fueros, privilegios y legislación de estos reinos, y sustituyéndolos por las instituciones castellanas así como la lengua y la autoridad del reino castellano.
Así, con sendos instrumentos controlados, la monarquía y la administración se produce la unificación forzosa del reino de España (oficialmente bautizado ya con este nombre) bajo el formato del reino de Castilla y que se mantendrá vigente hasta la instauración de la Primera República y su valiente intento de instaurar el estado federal con el reconocimiento de las identidades y particularidades de las distintas zonas de España.

-Estado y autonomías;
Tras el interludio que implica la restauración militar borbónica, se alcanza un segundo periodo republicano en España, donde se crean los Estatutos de Autonomía como forma incipiente de federalización de los territorios históricos que no pudo culminarse debido al fallido golpe de estado de 1936, la sangrienta guerra civil y la sórdida dictadura franquista.
Cuando en 1978 se proclama una nueva monarquía constitucional en España, se recupera la fórmula de los estatutos como solución política eficiente y, sin embargo, cuando éstos pretenden hacerse completamente efectivos, la maquinaria estatal creada en la dictadura y afinada en la transición, se revela ante estas aspiraciones, y se producen graves contradicciones internas en el sistema que habrán de solucionarse en los primeros años del S. XXI.

Próximamente, Historia Social de España.

lunes, 17 de noviembre de 2008

MONARQUÍA CAMPECHANA PARA SÚBDITOS JUANCARLISTAS:

En estos tiempos inciertos en los que la monarquía sondea los límites de su institución mientras los súbditos están distraídos mirando al fondo de sus bolsillos, es fácil olvidar la historia.

Es posible que hayamos olvidado que el abuelo de Juan Carlos Borbón (Alfonso XIII) fue democráticamente rechazado por el pueblo español como cómplice de todo tipo de abusos contra los derechos civiles en general y los derechos políticos en particular durante la dictadura de su buen amigo Miguel Primo de Rivera.
Es posible que olvidáramos que el abuelo real se declarara “falangista de primera hora” que se deshiciese en elogios al ejército golpista durante la Guerra civil.

Quizá olvidamos que el padre de Juan Carlos Borbón (Juan de Borbón y Battemberg) siguiendo los pasos de su padre, se infiltró en el ejército golpista para destruir la república que el pueblo había conquistado. Olvidamos que, al ser expulsado de España por el propio General Franco, y ante las manifestaciones de repulsa del pueblo francés, toda su familia se trasladó hasta la Italia fascista, donde nació el pequeño Juan Carlos (1938) que pronto (con 10 años) entró en España para ser educado bajo la tutela del Dictador como heredero suyo.

Olvidamos quizá que el joven Juan Carlos, a los 18 años de edad y siendo miembro de la academia militar de Zaragoza acabó con la vida de su hermano menor, Afonso en un “accidente” cuando jugaban con un revolver. Es interesante que este suceso ocurriera en un momento en que Juan de Borbón dudaba sobre la opción de abdicar en un hijo educado en el franquismo o uno educado en el exilio. La muerte simplificó las cosas.
Hemos olvidado, convenientemente, que cuando la figura de la monarquía parecía haber cumplido su función en el proceso de transición democrática, un golpe de estado encabezado entre otros por Alfonso Armada (combatiente nacional en la Guerra civil y veterano de la División Azul, maestro militar y amigo personal del joven Juan Carlos) devolvió la importancia al rey y le conquistó el título de defensor de la democracia. Desde el 23-F de 1981 la institución monárquica en España deja de ser mayoritariamente cuestionada y, por el contrario, es aceptada por grupos y organizaciones tradicionalmente republicanas como el PCE, CC.OO, PSOE etc... El golpe de estado fracasó desde el punto de vista militar, desde el ideológico fue un triunfo táctico impresionante.
Nuestro jefe de estado recibe regalos de instituciones privadas (yates, coches, motos, etc...) sin que nadie controle esa forma de corrupción.
Nuestro jefe de estado es irresponsable de sus actos y además criticarle es delito.
Nuestro jefe de estado es el jefe de todos los ejércitos, lo que deja el máximo poder armado del país en manos de una figura antidemocrática y preconstitucional.
La familia de nuestro jefe de estado hasta el 3º grado de parentesco se mantiene gracias a los impuestos públicos.

Todo esto es lo que hemos olvidado, por el bien de nuestra democracia, porque nos hemos convertido en Juancarlistas, porque el rey es muy campechano, porque... somos buenos súbditos.

Democracias al señor.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Lo que somos.

¿QUÉ SOMOS?
Somos una organización política, situada firmemente en la izquierda del espectro ideológico, que busca el desarrollo de una vía democrática de izquierda profundamente renovadora, respecto al panorama político actual, y a la vez innovadora en relación a los tradicionales partidos de izquierda.

OBJETIVOS:

Proponemos la abolición pacífica y sincera de la monarquía española con la renuncia por sí y sus descendientes del regente de la corona en el momento de proclamarse oficialmente la voluntad popular del pueblo soberano en este sentido.
Apostamos por un sistema de representación mucho más directo y cercano al ciudadano concretado en la organización de Asambleas Populares para la gestión y supervisión de la vida política diaria en su ámbito más directo, el municipio.
Defendemos el reconocimiento de las distintas entidades políticas que conforman el estado español mediante su regulación como estados federados bajo una constitución republicana común.
Apoyamos la renovación del sistema capitalista-liberal, por un modelo más social, con refuerzo de la oferta pública en detrimento de la privada y la opción cooperativista como modelo ideal de actuación.
Desarrollo efectivo del declarado laicismo de estado, con la desaparición de manutenciones y beneficios fiscales hacia ordenaciones religiosas, evitando así toda jerarquización, ostentación o radicalización de posturas eclesiásticas.

¿POR QUÉ?
Porque resulta la solución más eficaz para la clase trabajadora de modificar su situación democrática y pacíficamente, cubriendo así un frente político que hace tiempo la verdadera izquierda ha abandonado, provocando con ello el desencanto y la desilusión de un sector de la población desamparado ante los ataques y la utilización de unos partidos políticos corruptos e hipócritamente democráticos.

martes, 11 de noviembre de 2008

PRESENTACIÓN

Observando el interesado desencanto general de la ciudadanía hacia una clase política cada vez más alejada de la realidad social que la rodea, y deseando remediar esta situación, decidimos crear una formación política capaz de devolver la esperanza y la confianza a los trabajadores de toda condición hacia aquellos encargados de gestionar las complejas sociedades actuales, sin caer en la burocratización absurda de esta natural labor y con la firmeza de buscar el beneficio común.Para ello, depositamos nuestra plena confianza en los ciudadanos mismos que, apoyados y respaldados en nuestra organización, aprendan a seguir un camino de emancipación para ser finalmente libres de instituciones políticas impuestas y puedan desarrollar sus vidas con la mayor plenitud posible.

Así nos presentamos. Como la herramienta de la clase trabajadora para alcanzar sus objetivos en la escena política.
La herramienta que le brinde voz y voto al pueblo para decidir su futuro y su presente sin imposiciones externas, atendiendo a su realidad cotidiana y no a oscuros interes ajenos.
La herramienta de emancipación de la sociedad respecto de sus gestores innecesarios (políticos corruptos, justicia dependiente, seguridad manipulada...) y de despertar de la Igualdad, la Legalidad y la Solidaridad entre iguales.

Bienvenidos.
SALUD Y REPÚBLICA.